lunes, 17 de diciembre de 2012


Un informe científico deja en evidencia a la Consellería Medio Ambiente

Detectadas cantidades alarmantes de arsénico en el Anllóns por la explotación del oro

El departamento de Agustín Hernández acaba de dar su visto bueno a una minera canadiense


Ha sido casualidad. El viernes pasado se supo que la Consellería de Medio Ambiente había dado luz verde a la reapertura de la mina de oro de Corcoesto (Cabana de Bergantiños) por parte de una multinacional canadiense, y un día antes la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) tuvo acceso a un informe científico que relaciona la anterior explotación de este filón y la presencia de arsenopiritas con una alarmante concentración de arsénico en la zona, incluido el río Anllóns y su estuario protegido.

El colectivo de defensa de la naturaleza hará públicos hoy los datos concretos de este contundente estudio, elaborado por miembros del Instituto de Investigacións Mariñas del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y de la Universidade de Vigo. Además, la SGHN presentará en el registro de la Xunta un escrito en el que, en virtud del citado documento científico, pide a la consellería de Agustín Hernández que dé marcha atrás en su aprobación de la declaración de impacto ambiental a favor de Edgewater Corporation.

Los datos que recoge el informe son, según la asociación ecologista, alarmantes y contradicen de forma rotunda el beneplácito de la Xunta a las actividades propuestas por la firma de Vancouver. “Solo con que quien elaboró la declaración de impacto hubiese analizado” el agua y la tierra habría tenido que evidenciar, comenta un representante de la SGHN, que los niveles de arsénico sobrepasan con mucho las concentraciones normales.

La forma de explotación que propone la corporación Edgewater es una mina a cielo abierto con uso de cianuro a 140 metros del área protegida y esto, según alertan diversos colectivos, tendrá peores consecuencias que las pretéritas técnicas empleadas en el enclave. El estuario del Anllóns fue declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) por ser uno de los lugares con mayor concentración de especies de presencia accidental en la Península Ibérica. Se trata, principalmente, de aves limícolas y anátidas, algunas particularmente exóticas.

También la Plataforma pola Defensa de Corcoesto reaccionó este fin de semana al anuncio de la Xunta. Exige que se haga pública la declaración de impacto a la que los vecinos no han podido tener acceso y pide que se dé a conocer el estado de las concesiones mineras: “Podrían estar caducadas”, advierte.

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