"La actual brecha entre los requerimientos de la comunidad científica y los compromisos voluntarios".

Los sindicatos que participan en la cumbre del Clima de Durban exigen un acuerdo vinculante que suponga una reducción significativa de las emisiones de CO2

01-12-2011. "Los países desarrollados deberían cerrar un acuerdo vinculante que contemple una reducción de entre el 25 y el 40% de emisiones en 2020 respecto a 1990", ha señalado Llorenç Serrano, secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO e integrante de la delegación sindical internacional presente en Durban.

Llorenç Serrano

"Por su parte, los principales emisores entre los países en desarrollo y los países que han superado cierto umbral de desarrollo deberían adoptar medidas para variar su  tendencia a crecer en emisiones".

     El movimiento sindical internacional considera esencial superar la actual brecha entre los requerimientos de la comunidad científica y los compromisos voluntarios, que son totalmente insuficientes. También que se preserve la necesidad de un acuerdo legalmente vinculante para todos los países. "Como medida necesaria para llegar a ello los sindicatos apoyan un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, con todos los países desarrollados hoy incluidos más EEUU y con compromisos de los grandes países emergentes", señala Serrano.         CCOO, como parte de Coalición Clima, pide al Gobierno entrante que defienda las posiciones ambiciosas en Durban. Europa debe apostar por una reducción unilateral del 30% de sus emisiones respecto a 1990. "No sólo será una decisión beneficiosa para el medio ambiente y de responsabilidad global, también supondrá un incentivo para el desarrollo industrial, un paso más hacia un nuevo modelo productivo descarbonizado y hacia la reducción de nuestra insoportable dependencia energética".

  Los sindicatos que acuden a la Cumbre del Clima exigen que el acuerdo resultante haga operativo el principio -recogido en la Cumbre de Cancún- de transición justa para los trabajadores y sectores más vulnerables, así como las herramientas necesarias para articular el tránsito hacia una economía baja en carbono. Por lo tanto, reclaman que la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático asuma dicho mandato y encargue a la Organización Internacional del Trabajo que informe periódicamente sobre los avances en este sentido. 

   En cuanto a la financiación, los sindicatos esperan que en Durban se acuerde la constitución del Fondo Verde del Clima que reúna los requisitos necesarios en términos de salvaguardias sociales y medioambientales (incluyendo las normas sobre el trabajo de la OIT), implicación de la sociedad civil y, lo que es más importante, fondos suficientes para desarrollar sus tareas. Deberá establecerse una hoja de ruta para garantizar que los 100.000 millones dólares acordados en la pasada Cumbre del Clima de Cancún se canalicen a través del fondo, detallando las fuentes públicas e incorporando fuentes innovadoras de financiación como, por ejemplo, una tasa sobre las transacciones financieras e impuestos al transporte marítimo, a la aviación y al carbono.