Las normas Euro no logran reducir las emisiones de NO2 del transporte
Madrid, 27 nov (EFE).- Las sucesivas normas Euro aplicadas a los automóviles en la UE para reducir la emisión de substancias nocivas para el medio ambiente, no han logrado reducir las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) a los niveles estipulados en la legislación.
Esta es una de las conclusiones del último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) sobre la implicación del transporte en las emisión de estas substancias nocivas.
El informe, no obstante, matiza que, "aunque la contaminación atmosférica ha descendido a lo largo de los dos últimos decenios, sigue siendo un grave problema en muchas zonas".
Una de las razones utilizadas para explicar los altos niveles de NO2 detectados es el crecimiento del transporte de mercancías y marítimo, que en las dos últimos décadas tampoco ha reducido considerablemente (sólo un 14 %) los óxidos de azufre, principales responsables de la lluvia ácida, pese a que se han conseguido mejoras de eficiencia.
La población residente en zonas cercanas a carreteras muy transitadas es la más expuesta a niveles excesivos de contaminación.
En 2010, se registraron niveles de NO2 por encima de los límites legales en el 44 % de las estaciones de tráfico de la red de observación de la calidad del aire y los niveles de partículas (PM10) superaron los límites en el 33 % de dichas estaciones.
Estos agentes contaminantes pueden afectar al sistema cardiovascular, a los pulmones, al hígado, al bazo y a la sangre.
Europa necesita reducir aún más el consumo energético del transporte, ya que en 2011 solo fue un 4,3 % menor que el máximo alcanzado en 2007, es una de las conclusiones del informe.
El consumo de energía de algunos modos de transporte ha estado muy influenciado por las fluctuaciones económicas de los últimos años.
La demanda de transporte de mercancías es especialmente sensible a las fluctuaciones económicas, pues tras una fuerte caída entre 2008 y 2009, creció un 5,4 % en 2010.
En este contexto, la demanda de transporte de pasajeros cayó casi un 1 % entre 2009 y 2010, un dato que contradice la tendencia a largo plazo, ya que esta demanda ha ido en constante aumento en toda la UE desde que comenzaron a llevarse registros a mediados de la década de 1990.
El uso del vehículo privado se ha mantenido más o menos constante, pese a la crisis económica y a las grandes fluctuaciones que han sufrido los precios de los combustibles en el último decenio.
El informe apunta que el comportamiento de los precios hace que la población tome decisiones perjudiciales para el medio ambiente, y en este caso, se cita el ejemplo de que comprar un coche es más barato en términos reales desde mediados de la década de 1990, mientras que los viajes en tren y el transporte de pasajeros por vías acuáticas se ha encarecido.
También se subraya que los nuevos automóviles son más eficientes, pues un coche medio vendido como nuevo en 2011 era un 3,3 % más eficiente que el año anterior.
El sector del transporte ha de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) un 68 % entre 2010 y 2050 para cumplir el objetivo de la UE. EFE
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