miércoles, 5 de diciembre de 2012


La NASA enviará a Marte un heredero del ‘Curiosity’ en 2020

Los objetivos científicos y los instrumentos de análisis están aún por definir


Fotografía de Marte. / NASA


En plena ola de éxito del vehículo Curiosity, la NASA ha anunciado que enviará a Marte otro laboratorio rodante, en 2020, basado en los mismos avances tecnológicos que tan buen resultado están dando, lo que permitirá desarrollar la nueva misión con bajo coste y menor riesgo que la actual. Los objetivos científicos del nuevo robot se definirán a partir de ahora y luego, como es habitual en las misiones científicas, se evaluarán y seleccionarán las propuestas de instrumentos de investigación que hagan los investigadores para el futuro vehículo.

El Curiosity descendió en el suelo marciano el pasado agosto para una misión de dos años de duración, con un coste total de 2.000 millones de euros. Su sucesor, ahora anunciado, encaja presupuestariamente en el plan de financiación de la NASA a cinco años vista propuesto por el presidente Obama, y está abierto a contribuciones de futuros socios internacionales, indica la agencia espacial en un comunicado.

El rover de 2020, ha explicado la NASA, se inscribe en su programa plurianual de exploración de Marte reestructurado, que incluye dos próximas misiones ya aprobadas: en 2013 partirá el Maven (Mars Atmosphere and Volatile Evolution) para ponerse en órbita del planeta rojo; después, en 2016, llegará la hora del Insight, un módulo fijo en la superficie marciana para hacer estudios sísmicos y del interior del planeta.

La agencia espacial estadounidense también incluye en su plan la colaboración en el programa ExoMars de la Agencia Europea del Espacio (ESA), pese que a el pasado febrero canceló su participación mayor en el mismo por sus recortes presupuestarios. Ahora su plan se limita a aportar equipos de comunicación y un instrumento científico en el vehículo europeo de 2018. La ESA contaba con la avanzada experiencia tecnológica del otro lado del Atlántico para la crítica fase de descenso en el suelo marciano de su primer rover marciano y, tras la retirada de la NASA, ha recurrido a la colaboración de Rusia en la misión, que aportará los lanzamientos y el desarrollo de un sistema de descenso alternativo. Aun así, Exomars (formada por un equipo en órbita de Marte en 2016 y un laboratorio rodante de superficie en 2018) lleva años pendiente de completar la financiación necesaria, que supera los mil millones de euros.

La NASA tiene ya en su palmarés varios éxitos en la siempre difícil operación de descenso en el mundo vecino. Además de los dos módulos fijos Viking en los años setenta y el Phoenix (2008), los vehículos rodantes Sojourner, Spirit, Opportunity y Curiosity lograron cumplir satisfactoriamente la llegada al suelo marciano. En el capítulo de los fracasos figura el Mars Polar Lander (1999).

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