Detenido un hombre en Lleida acusado de organizar peleas de perros
El arrestado robaba animales que usaba para entrenar a los suyos
Los Mossos d’Esquadra han detenido a Enrique G. O., de 38 años y vecino de Lleida, acusado de un delito de maltrato de animales por organizar presuntamente peleas de perros de razas consideradas potencialmente peligrosas. El detenido ha quedado en libertad tras declarar en la comisaría, con la obligación de personarse en el juzgado cuando sea requerido.
La detención de este hombre, de nacionalidad española, es fruto de la investigación policial abierta hace un mes a raíz del robo de varios perros en chalés y torres de la huerta de Lleida, que supuestamente eran utilizados como sparrings en peleas clandestinas que el detenido organizaba en descampados del barrio de La Mariola, en las afueras de la ciudad. Algunos de los perros sustraídos para este fin aparecieron muertos en esa zona, dos de ellos quemados.
La policía autonómica le ha decomisado al detenido dos perros con instinto luchador, un rottweiler y un pit bull, dos razas potencialmente peligrosas. El segundo animal era de su propiedad y el detenido lo utilizaba en todas las peleas.
La investigación continúa abierta para localizar y detener a las personas que se dedicaban a robar los canes que después se utilizaban para entrenar a los del detenido. Los Mossos no han podido determinar de momento la existencia de apuestas entre los asistentes a las peleas, por lo que se supone que los combates a muerte se organizaban para diversión de un círculo muy reducido de personas.
La policía catalana destaca que gracias a las denuncias de los propietarios de los perros y a la investigación policial, en la que han participado la Guardia Urbana de Lleida, los agentes cívicos del Ayuntamiento y la Asociación Cultural Gitana de Lleida y provincia, no se ha producido en el último mes ningún otro robo de perros ni se tiene conocimiento de otras peleas.
Un vecino denunció hace un mes ante la Guardia Urbana que en una calle del barrio de La Mariola se estaba produciendo una pelea de perros. Cuando minutos después llegaron los agentes al lugar; no encontraron a nadie, pero sí un animal de raza peligrosa malherido. Los organizadores de la supuesta pelea clandestina se habían esfumado al advertir la presencia policial.
El animal llevaba el correspondiente chip y a través de él se pudo localizar al propietario, que aportó la denuncia de su desaparición. Los agentes de la Guardia Urbana rastrearon los alrededores y encontraron cinco perros muertos, dos de ellos carbonizados, lo que hizo sospechar que habían sido utilizados en peleas ilegales. En España, esta actividad no está considerada como delito, sino como falta, y sus organizadores, en caso de ser sorprendidos, solo son multados por maltrato de animales.
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