miércoles, 25 de abril de 2012


Las ciudades europeas, tan ruidosas como las españolas

Madrid, 25 abr (EFE).- El nivel de ruido de cualquier gran ciudad española es similar al resto de las europeas, solo les distingue que el tráfico (principal fuente del problema) no se silencia hasta más tarde, según el investigador del CSIC Pedro Cobo, que destierra la creencia de que España sea uno de los países más ruidosos del mundo.
Granada.- Un grupo de jóvenes participan en un "botellón" en las inmediaciones de la Plaza de Toros de Granada. EFEverde
Foto de Archivo
"Es un bulo" que surgió en los años 70 cuando una organización internacional pidió a España datos para hacer un estudio y, al no obtener respuesta, colocó al país entre los primeros del ránking, ha dicho en una entrevista con EFE el investigador científico.

Con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, que se celebra hoy bajo el lema "Cuidemos el ambiente sonoro que nos rodea", Cobo ha recordado que la mayoría de las ciudades sufren niveles de ruido superiores a 65 decibelios (equivalente al sonido de un aspirador), el límite máximo admitido por la OMS.

Su principal causa es el tráfico aéreo, rodado y ferroviario, que "es muy similar en todas las ciudades" de Europa.

"Lo que sí es más específico de España respecto a la mayoría de los países raside en que el tráfico acaba o cae mucho con la jornada laboral, sobre las 18.00 horas, mientras que aquí se mantiene hasta las 22.00 ó 23.00 horas".

En ese periodo, dice el experto en control del ruido del Centro de Acústica Aplicada y Evaluación No Destructiva del CSIC, "España sí es más ruidosa por las características culturales de los países mediterráneos, pero el resto de la jornada los niveles de ruido son similares (65 dB diurnos)".

Por ejemplo, ayer, el monitoreo diario del Ayuntamiento de Madrid en 25 puntos arrojó que en cinco de ellos se superaron niveles de ruido recomendados (ponderados durante las 24 horas). "Es mucho ruido".

Entre las medidas para amortiguar el problema, Cobo aboga por limitar la velocidad de los vehículos a 50 kilómetros en ciudad; diseñar maquinarias y transportes más silenciosos y mejorar los aislamientos de las viviendas.

De todos modos, advierte Cobo, "no es justo echar toda la culpa a las administraciones públicas, también hay mucha responsabilidad por parte de los usuarios. Los ruidosos somos las personas".

En esta línea, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recuerda hoy en una nota que la lucha contra la contaminación acústica requiere de una implicación social decidida.

Por ello, su directora general de Evaluación y Calidad Ambiental y Medio Natural, Guillermina Yanguas, pide la colaboración de todos para reducir el ruido y la implicación de las administraciones competentes, mediante una aplicación rigurosa de las normativas.

Las administraciones con competencias en la materia (Fomento, CCAA y Ayuntamientos) avanzan en la segunda fase de elaboración de los mapas estratégicos del ruido, que deben acabar este año.

Se han identificado 63 aglomeraciones con una población superior a los 100.0000 habitantes, 13 aeropuertos con más de 50.000 operaciones/año, 16.166 kilómetros de carreteras con un tráfico superior a los tres millones de vehículos, y 1.342 kilómetros de ejes ferroviarios que superan un tráfico de 30.000 trenes.

Sobre los futuros planes de acción de contaminación acústica, que se elaborarán una vez concluyan los mapas, Yanguas afirma que fijarán acciones prioritarias ante incumplimientos en materia de calidad acústica.

El Ministerio cuenta con un Sistema Básico de Información sobre la Contaminación Acústica, a la que se puede acceder a través de magrama.es y de htpp://sicaweb.cedex.es. EFE

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