lunes, 2 de abril de 2012

Una reserva natural particular en casa

La actuación en una laguna potencia los valores naturales en un terreno que busca el autoabastecimiento

Medio ambiente | 02/04/2012 - 00:00h
Pere Garet muestra a su família algunas de las especies que pueden encontrarse en la reserva creada en su finca Inma Sainz de Baranda
Pere Garet es propietario de 365 hectáreas en Lluçà (Osona), de las cuales 260 hectáreas son forestales. Con su mujer y sus dos hijas, vive en la finca La Font. Toda su filosofía gira en torno a la idea del autoabastecimiento con los recursos de su finca y el anhelo de lograr la venta directa al consumidor de su carne ecológica. "Quiero conservar y mejorar la explotación que me han legado mis antepasados", dice.

Tradicionalmente, su principal fuente de ingresos ha sido el cultivo de cereales, pero cada vez más su actividad se ha volcado en la producción carne. Tiene 100 vacas y 800 ovejas. Ahora, además, a partir del 20 de junio, toda la producción tendrá el certificado ecológico. Su máxima aspiración es lograr acceder de manera directa al cliente y llevarle la carne hasta la puerta de su casa. "Me interesa mejorar la situación global de la finca para entrar en la venta directa y llegar directamente al consumidor final. Quiero acercar mis productos y mi explotación a la gente", explica con convencimiento.

La más reciente satisfacción es haber facilitado la restauración naturalista del torrente y del pantano de Garet, situado en su propia finca. Era una laguna que hizo su padre para regar, pero quedó en el abandono. Ahora, ha creado allí algo parecido a una reserva natural privada, aunque accesible a los visitantes.

Su finca es su casa, su lugar de trabajo y su mundo global, pues casi todo el ciclo económico se cierra en ella. Cultiva los cereales (ecológicos) que le sirve de alimento a los animales; reduce al máximo las compras de exterior, y aprovecha los recursos forestales para nutrir su instalación de biomasa forestal para la casa. "Intento racionalizar las compras externas y ser yo mismo el productor, pues ese es el valor máximo que puedo conseguir. Puedo alimentar el ganado con los cereales, con pastos y con forrajes que yo mismo produzco", dice. La clave es, pues, producir casi todos los productos in situ, pues las compras del exterior (gasóleo, pienso) son cada vez más caras y hacen bajar el rendimiento a la explotación.Por la misma razón, aprovecha los restos forestales, pues "el colmo del absurdo" es que muchas fincas forestales hagan uso del gasóleo, un recurso que se importa, cuando aquí se podría utilizar la leña de los árboles. Sus ingresos económicos se complementan con un establecimiento turístico rural con 15 plazas (en la casa Verdaguer). La restauración del torrente y el pantano de Garet será un nuevo aliciente que permitirá redoblar el valor natural de su finca. El embalse que hizo su padre se ha convertido en un pequeño paraíso de la mano del Centre d'Estudis dels Rius Mediterranis, una fundación que actúa como entidad de custodia del territorio y asesora a los dueños.

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