La mortandad de la gripe aviar pudo ser quince veces mayor
Entre abril de 2009 y agosto de 2010, los laboratorios confirmaron que el virus H1N1, causante de la gripe aviar, había causado la muerte de 18.500 personas, pero los investigadores sospechaban que esta cifra fue en realidad mucho mayor.
Ahora, una nueva investigación calcula el número de fallecidos por esta enfermedad en ese periodo en entre 151.700 y 575.400, probablemente alrededor de 201.200.
El 80 por ciento de estas muertes corresponderían a menores de 65 años, lo que contrasta con las cifras de la gripe común, cuyas principales víctimas mortales son personas de edad avanzada.
El estudio, llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores del Centro para el Control de Enfermedades del Gobierno de EEUU, subraya además que casi 6 de cada 10 víctimas mortales del H1N1 se encontraban en África (29 por ciento de las muertes totales) y el sudeste asiático.
Así, un paciente de gripe aviar en el continente africano, especialmente en países como Argelia, Sudáfrica y Angola, tuvo entre dos y cuatro veces más probabilidades de morir por la enfermedad que en cualquier otra parte del mundo.
La autora principal del artículo, Fatimah S. Dawood, espera que estas cifras "sirvan para mejorar la respuesta sanitaria durante futuras pandemias en las partes del mundo en las que se producen más muertes, e incrementar la conciencia del público sobre la importancia de la prevención de la gripe aviar".
En América Latina, la mortalidad más elevada se registró en Perú, Bolivia, Ecuador y el sur de Chile.
Además, los indígenas latinoamericanos y de las islas del Pacífico sufrieron una mortalidad hasta seis veces mayor que el resto de la población mundial.
En el estudio, los investigadores utilizaron datos de países con ingresos bajos, medios y altos, concretamente Bangladesh, Camboya, Dinamarca, Alemania, la India, Kenia, Holanda, Nueva Zelanda, Nicaragua, Perú, Reino Unido, Estados Unidos y Vietnam, y tuvieron en cuenta que el riesgo de muerte por la gripe aviar es mayor entre los menos desarrollados.
Sin embargo, los expertos no pudieron disponer de los porcentajes de mortalidad de países como China o la India, en los que habita un tercio de la población mundial, y que aumentarían la precisión del estudio.
En el artículo, los expertos subrayaron que para obtener los datos de algunos de estos países es necesario esperar entre dos o tres años después de la pandemia, un aspecto que es necesario mejorar. EFEverde
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