lunes, 22 de octubre de 2012


Movilidad sostenible

"Me temo que continuaremos viendo circular a los vehículos a más de 70 kilómetros por hora por la calle Xàtiva, una pena"

Como cada año las autoridades de la ciudad de Valencia y del Gobierno de la Generalitat, nos invitan a finales de septiembre a una semana de movilidad sostenible y a un día sin coches. Como son ya muchos los años que se repite el evento, y la ciudad de Valencia continua siendo una de las ciudades con la movilidad más insostenible de España, le propongo al Gobierno de la ciudad un plan de pacificación del tráfico que sí que convertiría a la ciudad en una de las más seguras, humanizadas y de mejor convivencia en sus calles y plazas, por lo que tiene que ver con la movilidad. Un modelo que podría ser extensible al resto de ciudades y pueblos valencianos.

Directos al grano. Estas que siguen podrían ser las características técnicas de un verdadero plan de movilidad sostenible para la ciudad de Valencia.

Se debería apostar por una ciudad con calles y avenidas sin aceras, convirtiendo toda la ciudad en una especie de zona peatonal por la que se permitiría circular a los vehículos a motor con velocidad limitada de 15 a 20 kilometros por hora en las calles interiores, excepto en las estrictamente peatonales donde sólo se podría rodar al paso de los peatones por parte de los residentes en dichas calles. La velocidad máxima de 20 kilómetros por hora en toda la ciudad evitaría los atropellos graves (especialmente muertes)

Limitar la velocidad a 30 kilóimetros por hora en las rondas y grandes avenidas como Fernando el Católico o Peris y Valero.

Como consecuencia de este primer paso, los carriles bici segregados no serían necesarios en el interior de la ciudad al ser la velocidad máxima en todas las calles y avenidas inferior a los 30 kilómetros por hora. Los carriles para bicicletas se mantendrían y se ampliarían en los accesos a la ciudad en la conexión con los polígonos industriales y los municipios vecinos.

Preferencia en todas las calles y avenidas interiores de la ciudad a la circulación de bicicletas y peatones.

Con velocidades máximas interiores de 15 ó 20 kilómetros por hora se podrían eliminar prácticamente todos los semáforos y señales de ceda el paso y stop, al menos en las zonas residenciales más allá de las grandes avenidas.

Las calles, plazas (como la del Ayuntamiento) y avenidas sin aceras y con velocidad de circulación de vehículos a motor a 15 kilómetros por hora podrían mejorar su estética con arbolado, jardines, maceteros, terrazas de bares.

Implementar con todo rigor una policía municipal en bicicleta, un proyecto que se puso en marcha hace mucho tiempo como un lavado de cara que a nada llego.

Con dicha remodelación del tráfico en la ciudad de Valencia se podrían alcanzar, con muy bajo coste, los siguientes objetivos: aspirar a la mortalidad cero en el tráfico de la ciudad; reducir o eliminar el tráfico de paso en el interior de la ciudad delimitado por las grandes vías de Marqués del Turia y Fernando el Católico; recuperar las calles y avenidas para la ciudadanía; reducir de manera drástica la contaminación atmosférica y acústica, dado que al poco tiempo la mayor parte de la ciudadanía cambiaria los desplazamientos en vehiculo privado por el transporte público, la bicicleta y el caminar; aumentar la calidad de vida global de la ciudad; conseguir un verdadero ahorro económico en mantenimiento de señalización vertical de señales de tráfico y de semáforos; mejorar los desplazamientos de personas con problemas de movilidad al haber eliminado las aceras y bordillos de toda la ciudad; y, por fin, desarrollar un programa de caminos escolares (a pie y en bici) que elimine los desplazamientos en coche por parte de los padres para llevar a los hijos al colegio.

Con un plan como este dejarían de ser las grandes rondas de la ciudad autovías que entran y cruzan la ciudad con un el mismo tipo de asfalto que el empleado en las autopistas y carreteras interurbanas. Y por fin desaparecería el tráfico de paso por nuestra plaza mayor y calles tan intimistas y mágicas como la de la Paz. Que se instale por fin la paz en el tráfico urbano de Valencia, sería el objetivo final. Me temo que estos consejos quedarán en saco roto y continuaremos viendo circular a los vehículos a motor a más de 70 kilómetros por hora por la calle Xàtiva. Por los menos durante algunas décadas más. Una pena.

Paco Tortosa es doctor en Geografía.

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