viernes, 28 de septiembre de 2012


La variedad de especies vegetales explica el enigma de los cipreses ignífugos

Autor:Elena Sánchez Laso

Madrid, 28 sep (EFEverde).- El enigma de los cipreses del mediterráneo ignífugos no existe como tal, todos los árboles se queman, por eso la ciencia explica que son la variedad de las especies vegetales y la forma de combustión, entre otras causas, lo que hace que un fuego se ralentice o frene el avance de las llamas.
El enigma de los cipreses del mediterráneo ignífugos no existe como tal, todos los árboles se queman, por eso la ciencia explica que son la variedad de las especies vegetales y la forma de combustión, entre otras causas, lo que hace que un fuego se ralentice o frene el avance de las llamas, ha explicado a EFEverde la directora de la ONG "Árboles sin Fronteras", Susana Domínguez. En la foto de archivo, cipreses de un paisaje mediterráneo. EFE/Marta Martínez 
Esta es una de las razones que explicaría el misterio del porqué el 90 % de los cipreses plantados en los campos experimentales de la Diputación de Valencia, sobrevivieron al incendio de Andilla declarado el pasado mes de julio, ha explicado a EFEverde la directora de la ONG "Árboles sin Fronteras", Susana Domínguez.

Un fuego, ha manifestado Domínguez, va más rápido si todo lo que quema es de la misma especie, pero si en su camino las llamas se encuentran con una barrera de árboles con una estructura más grande y alta, el fuego se ralentiza, va mas despacio y avanza menos.

Especies y altura del bosque

"La discontinuidad en especie y altura en un bosque es una manera natural de combatir el fuego".

Esta circunstancia se dio en Andilla y el fuego, que arrasó 20.000 hectáreas de masa forestal, solo afectó a los cipreses plantados en primera línea, aunque la directora de la ONG ha matizado que si el incendio se hubiera declarado en una plantación solo de cipreses, al ser de la misma especie, se habrían calcinado.

No obstante, para la directora de la ONG, el incendio de Andilla habría que estudiarlo en profundidad y evaluar el comportamiento del fuego y los factores que intervinieron como el comportamiento del viento, la intensidad de las llamas, la velocidad de propagación o la posición topográfica.

Selvicultura preventiva

Hay que insistir -ha recalcado- en el hecho de que una de las formas que tiene la servicultura preventiva es la diversidad y variedad de vegetación en áreas forestales.

La barrera de cipreses estaba formada por casi un millar de ejemplares con una altura de 9 metros, que el fuego apenas tocó, además la cantidad de ramas muertas y hojarasca que produce el ciprés es pobre y escasa, de manera que cuando el fuego alcanzó la zona no encontró suficiente combustible para arder y las copas, compactas, tampoco propagaron las llamas.

Sin embargo, la vegetación colindante, formada por un bosque de mixto de pinos, encinas, quejigos, coscojas, enebros, sabinas y aliagas quedó completamente calcinada.

Un árbol, una estrategia

Cada árbol tiene su estrategia para quemarse por eso ante un incendio cuanto menos monocultivos de especies vegetales haya plantadas menos problemas surgirán a la hora de controlar el fuego.

El ciprés mediterráneo se caracteriza por menor inflamabilidad y combustibilidad que otras especies, baja emisión de partículas incendiarias, disminución de la biomasa presente en la superficie y su acción como cortavientos.

Domínguez, ingeniera forestal y fotógrafa de la naturaleza, no ve con buenos ojos la técnica de utilizar "cipreses como cortafuegos" ya que en España y otras partes de la Europa mediterránea, estos árboles no son autóctonos.

Introducir especies en los ecosistemas nunca es una buena idea, ya que el equilibrio de los ecosistemas y las interacciones entre unas especies u otras se ve alterado, se buscan bosques con biodiversidad -ha apostillado- pero adaptadas a nuestras zonas. EFEverde

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