domingo, 3 de febrero de 2013


Almacenes naturales de gas: el riesgo para un país dependiente de energía

Autor:Laura Más

Madrid, 2 feb (EFE).- Los almacenamientos naturales de gas, una reserva estratégica muy interesante para un país con un mercado energético como España, conllevan riesgos exclusivamente relacionados con el transporte y manipulación de hidrocarburos, aunque por sí mismos son tan "naturalmente" seguros.

La autorización del proyecto de almacenamiento natural de gas en el entorno del Parque Nacional de Doñana ha reabierto el debate sobre la conveniencia del uso de estas instalaciones.

Estos almacenes son un "aprovechamiento" de formaciones naturales, ya sean antiguos yacimientos de gas, formaciones salinas o acuíferos, explican diversas empresas del sector.

Sin embargo, Ecologistas en Acción se refiere a éstos como "rocas trampa", pues es en éstas donde se almacena el gas.

Es decir, no existen cavidades como tal en el subsuelo, sino que el gas se almacena dentro de rocas porosas, donde antes hubo otro material.

Para que el sistema resulte eficaz, es necesaria una estructura rocosa impermeable sobre las rocosas que las selle e impida la fuga del gas, explica el vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Geólogos, Roberto Rodríguez.

Rodríguez apunta que la capacidad de estos depósitos naturales puede llegar a ser 30 o 50 veces superior a la de los artificiales y que, por tanto, resultan de gran valor frente a situaciones de crisis internacionales entre países que exportan gas a España, dado que podrían almacenar la provisión necesaria para "unos meses".

Enagás, empresa que cuenta con tres de estos almacenes, destaca que uno de sus depósitos naturales en Yela (Guadalajara) tiene una capacidad de 2.000 millones de m3, mientras que sus tanques artificiales pueden llegar a los 150.000 m3.

Su fin, antes que de mero suministro, es más bien estratégico, explica la portavoz de Enagás, y añade como ejemplo la ciudad de Berlín "que todo su subsuelo es un almacén de gas".

La portavoz de esta empresa explica que estos yacimientos naturales no suelen vaciarse completamente, sino que sólo se extrae una porción usualmente en invierno, mientras que en verano se procede al almacenamiento.

No obstante, ecologistas apuntan el riesgo de fuga de estas instalaciones y en este sentido, recuerdan la catástrofe ambiental del Golfo de México "donde toda la tecnología empleada era la mejor".

"Toda actividad industrial conlleva unos riesgos", subraya Rodríguez, un riesgo que afirma que es igual al de cualquier actividad extractiva, como la explotación petrolífera.

No obstante, el geólogo insiste en que los beneficios de esta actividad son mayores a sus desventajas y que el impacto medioambiental es exclusivamente el de las instalaciones de la superficie y el gasoducto.

En cuanto al proceso de inyección del gas en la estructura rocosa, fuentes de Gas Natural Fenosa explican que la técnica siempre es la misma y se desarrolla mediante gasoductos.

Sin embargo, el proceso fuere sufrir algunas alteraciones según el origen del depósito -sal, agua o hidrocarburo-, según Gas Natural Fenosa.

El caso de los antiguos yacimientos es el más sencillo, se agilizan los trámites, dado que no es necesario demostrar que el lugar es apto como almacén.

Cuando se trata de acuíferos, es necesario usar mayor cantidad de gas a fin de saturar la roca y desplazar el agua que radica en éstas.

De ese modo, en el caso de los acuíferos hay una porción de gas que no podrá recuperarse.

En cuanto a la cavidades salinas se refiere, éstas se crean al inyectar agua dulce en la superficie rocosa en cuestión.EFE

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