jueves, 6 de septiembre de 2012


Ecologistas vaticinan la desaparición del Delta del Ebro con el nuevo Plan.

El presidente de la CHE, Xavier de Pedro, se reúne con los ecologistas
Foto: EUROPA PRESS
ZARAGOZA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, ha estimado "suficiente" el caudal ecológico que el futuro Plan Hidrológico de Demarcación fija para el delta del Ebro, mientras que las organizaciones ecológicas han opinado que la actual redacción "certifica la desaparición" del delta.

De Pedro se ha reunido este miércoles con la Plataforma en Defensa del Ebro, la Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases (COAGRET), SEO BirdLife y Ecologistas en Acción, iniciando así una ronda de contactos con todos los miembros del Consejo de la Demarcación del Ebro, que también incluirá, aunque no forman parte de él, a quienes explotan los usos lúdicos del agua, como navegación, pesca y estaciones de esquí.

El objetivo es debatir sobre el Plan Hidrológico de la cuenca para lograr el "máximo consenso" ante un documento de gestión "esencial", ha dicho De Pedro. El texto se encuentra en estos momentos en fase de exposición pública, hasta el 12 de noviembre.

Cuando concluya, se realizará la negociación en la comisión de planificación y el Consejo del Agua para su aprobación y envío al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, quien deberá elevarlo al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva como real decreto, algo que De Pedro ha indicado que está previsto para finales de 2013.

Respecto al caudal ecológico del delta, el presidente de la CHE ha precisado que la propuesta de plan recoge "un caudal de mínimos, que tiene que cumplirse incluso en tiempos de sequía" y es "suficiente" para cumplir la ley, que indica que estos caudales deben "garantizar la vida piscícola y la vegetación de ribera".

"Otra cuestión es la integridad en su conjunto del delta", respecto a la que "compartidos la preocupación con los ecologistas" y "estamos abiertos a cualquier medida", ha asegurado De Pedro.
LIMITACIÓN DE REGADÍOS

El presidente de la CHE ha explicado, sobre la limitación de los regadíos, que el plan "mantiene un equilibrio de desarrollo económico del valle del Ebro" para lo que "es fundamental continuar con los regadíos que ya estaban planificados y no se han culminado". Según ha apuntado, en la actual situación de crisis "la agricultura y la ganadería son un sector que está aguantando bien" y, en este sentido, "ha sido un acierto el desarrollo de regadíos".

En relación con los embalses, ha indicado que se han suprimido 26 respecto a los previstos en el Plan de 1998, "pero sigue existiendo la necesidad de obras de regulación para consolidar los regadíos actuales y ampliar muchos de ellos en distintas Comunidades autónomas", junto con medidas medioambientales.

Por otra parte, ha reconocido que fruto de las consecuencias económicas de la crisis habrá unas serie de actuaciones que no se podrán finalizar en el plazo de cinco años de duración del Plan por lo que "habrá que priorizar". Asimismo, ha comentado que el nuevo Plan tiene en cuenta las situaciones de sequía, "un fenómeno natural cíclico", además de que los recursos hídricos se han reducido el cinco por ciento "por el cambio climático".

El presidente de la CHE ha señalado, igualmente, que ha compartido con las organizaciones ecologistas el rechazo al trasvase del Ebro porque "las demandas que tiene la propia cuenca y los requerimientos medioambientales que hay que cumplir impiden que se puedan hacer".
ECOLOGISTAS

El miembro de la Plataforma en Defensa del Ebro, Manuel Tomás, ha afirmado, en representación de todas las organizaciones ecologistas, que ha sido una reunión "muy positiva" porque "el diálogo y cambio de opiniones siempre es muy interesante" y el presidente de la CHE les ha propuesto hacer una visita al delta, en la que "vamos a ser muy correctos" y podrá "hablar con la gente que cuestiona el Plan", pero también con "todos los sectores sociales y económicos".

No obstante, ha agregado que "estamos muy preocupados" ya que "se está perdiendo una gran oportunidad" para dar "un gran giro" en la gestión del agua".

Respecto al delta, ha manifestado que el Plan recoge un caudal anual de unos 3.350 hectómetros cúbicos, aunque cambia según la época del año, frente a los 3.300 actuales --cien metros cúbicos por segundo--, cuando ya hay problemas de "salinización" del río, de "regresión y pérdida de calidad del agua", y "nos ha quedado muy claro que no los piensan modificar".

Ha agregado que estos caudales "son ficticios" y, en realidad, "rebajan la cantidad actual, aunque contablemente la aumentan" porque de los cien metros cúbicos por segundo se pasa a 80 en el aforo de Torsosa más otros 26 de las comunidades de regantes de los arrozales de la zona, ha relatado.

"Eso no tiene ninguna base técnica ni científica", ha sostenido, para apostillar que su propuesta pretende que "el río llegue al mar" y "cumpla su función" y para eso piden un caudal ecológico de 7.000 hectómetros cúbicos al año en época seca, 9.000 en la normal y 11.000 en la húmeda.

Ante la propuesta de la CHE de negociar estas cifras, "para rebajarlas", según Tomás, los ecologistas han solicitado discutir al mismo tiempo los caudales ambientales y las concesiones de regadíos.

A su entender, "no sería justo discutir sobre los caudales del delta y no sobre la viabilidad de las 500.000 nuevas hectáreas" de regadío, de las que 125.000 son catalanas y de estas últimas "el 80 por ciento no son viables y en Aragón y Navarra puede pasar lo mismo".
EMBALSES NO JUSTIFICADOS

El representante ecologista ha estimado que los embalses que se contemplan en el Pirineo aragonés "no están justificados" puesto que su objetivo son "regadíos virtuales" porque "no están sujetos a proyectos reales", sino que son concesiones efectuadas "por servidumbres políticas de hace 20 años".

Además, tienen implicaciones "jurídicas" porque "crean unos derechos" y "económicas", ya que "se convierte el agua en un objeto de especulación", así como medioambientales al "limitar la capacidad de agua que puede llevar el río".

Manuel Tomás ha argumentado que estas concesiones ya establecidas "están encorsetando la posibilidad de realizar un plan hidrológico de cuenca moderno, adaptado a la normativa europea y perfectamente sostenible y equilibrado".

En esta línea, ha puntualizado que "hay tantos derechos de regadíos concedidos que es imposible que el río Ebro, ni sus afluentes, tengan los caudales medioambientales suficientes para garantizar un ecosistema sostenible y sano, que haga posible un desarrollo económico basado en criterios diferentes a los actuales".

Por otra parte, ha vaticinado que si no se cambia el plan será "fuente de un conflicto importante, no territorial o regional, sino sobre el sentido y objetivos de la conservación de los espacios naturales".

Por todo esto, ha anunciado que van a presentar este mes en Bruselas una queja "pidiendo la tutela europea sobre el plan hidrológico" de forma que "antes de que sea presentado definitivamente", la Unión Europea "tutele la redacción" para evitar que se "ignore" la normativa comunitaria.

"No nos fiamos, porque hay demasiados intereses económicos y políticos" que "tienen mucha más fuerza que las opiniones de los técnicos y de las zona más deprimidas, como el Pirineo aragonés y el delta", ha esgrimido.
EL TRASVASE EN CATALUÑA

Los ecologistas han afirmado que "el trasvase del Ebro se está construyendo en Cataluña con dos canales que están justificados para el riego, pero sin regantes", como son el Segarra-Garriges, que lleva el agua del Segre a Barcelona, y el Xerta-Sénia, "que está previsto para llevar el agua a Valencia", ha apuntado Manuel Tomás.

Ha agregado que son "canales subvencionados sin regantes conocidos", cuyas obras "no tienen recortes", como tampoco los tienen "algunos embalses del Pirineo aragonés".

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