"Guerra de precios" entre las conserveras de atún españolas

Madrid, 8 sep (EFEverde).- El director general de la empresa gallega Calvo para Europa, Enrique Orge, considera que en el mercado español de conservas de atún existe un "problema" de "guerra de precios" entre los fabricantes -concretamente los que producen para "marca blanca"- que no beneficia al consumidor.

Sección de conservas en lata en un supermercado.

En una entrevista concedida a Efeagro, Orge cree que aunque las ventas en España se mantienen mejor que las de otros bienes, pese a la crisis, hay un ligero retroceso en el consumo de conservas y, además, se han limitado los márgenes de beneficio.

Según asegura, desde hace 20 meses no perciben un aumento de precios y se ha encarecido un 40 % el coste de la materia prima en el caso del atún, cuya cotización viene marcada por el mercado internacional.

Pero en esa situación, a su juicio, los fabricantes, en concreto los que venden para "marca blanca", han querido mantener los precios "inmovilistas" y han entrado en una "guerra", en la que están algunas empresas que antes tenían marca propia y ahora venden para las enseñas de los supermercados.

Para Orge esto provoca un deterioro de la calidad, porque "nadie hace magia", y el abaratamiento se produce en el proceso de fabricación, por ejemplo añadiendo más aceite o menos atún en las latas, lo que "no beneficia al consumidor", ya que paga lo mismo por un alimento de menos calidad.

En su opinión, hay que asumir que el pescado es caro y pagarlo, porque además esta industria se ha "autoimpuesto" medidas como el control de la biomasa o el mantenimiento de la especie.

También señala que incrementar las cuotas de importación de materia prima, tal y como pidió la patronal conservera española (Anfaco), "no es la solución".

Calvo se autoabastece de esa materia prima, porque tiene también barcos y obtiene un 77 % de sus ingresos por sus ventas fuera de España, especialmente en Italia y países latinoamericanos, como Brasil.

Preguntado por la competencia de otros países, sobre todo, aquellos a los que la Unión Europea (UE) ofrece ventajas comerciales, Orge precisa que, aunque es una dificultad, la puja en el mercado español es interna: "Debemos abrir los ojos, buscamos enemigos fuera cuando los competidores están en casa, en Galicia, donde los fabricantes tiran para abajo en precio y en calidad".

El pacto entre la UE y Papúa Nueva Guinea exime a ese país de demostrar el origen de sus conservas, lo que propicia que se instalen allí firmas de Tailandia y China.

Orge opina que dicho acuerdo es negativo, no debería haberse suscrito y desprotege a las industrias europeas, aunque a España "no han llegado aún latas de Papúa Nueva Guinea" y la capacidad de los fabricantes españoles, muchos gallegos, es muy alta.

Respecto a la subida del IVA, el director de Calvo subraya que no es positivo y menos en un producto básico como el pescado (el impuesto ha pasado del 8 % al 10 %), si bien su empresa "aplicará la nueva legislación, no hay más remedio".

Sin embargo, puntualiza que "no va a modificar sus tarifas" y que como fabricante no tiene "poder" sobre la distribución, ni sobre el precio de venta al público.

Resalta que para su empresa es mayor el impacto de la "guerra" que mantienen los supermercados, que hacen descuentos continuos "superiores al IVA completo".

Orge defiende que el consumidor debería dar más importancia a una lata de atún, pues "hablar de 1,70 euros" por un paquete de tres (de marca blanca) es un precio "tirado" para un producto que requiere un proceso cuidadoso de elaboración.

En cualquier caso, insiste, este sector es una "apuesta refugio", por la que la crisis pasa "de puntillas", al igual que tampoco creció mucho cuando se produjo el "boom" económico.

Calvo factura 566 millones de euros y vende en 70 países; en España tiene una cuota de mercado del 16 % en atún en conserva, en Italia alcanza el 9 % (marca Nostromo) y en Brasil se acerca al 50 % (con la marca Gomes da Costa) y al 40 % en sardina.EFECOM