jueves, 20 de septiembre de 2012


Cinco 'linces de la botánica' española, en peligro "crítico"


Madrid, 20 sep (EFEverde).- La ciencia botánica está de enhorabuena, ya que investigadores españoles trabajan para evitar la extinción de cinco plantas con flores endémicas de la península y Baleares, los denominados coloquialmente "linces botánicos", linajes únicos dentro del árbol filogenético de la vida.
Madrid, 20/09/2012.- La ciencia botánica está de enhorabuena, ya que investigadores españoles trabajan para evitar la extinción de cinco plantas con flores endémicas de la península y Baleares, los denominados coloquialmente "linces botánicos", linajes únicos dentro del árbol filogenético de la vida. Los géneros a los que pertenecen estas plantas están catalogados "en peligro crítico", categoría que antecede a "planta extinta", y además constan de una sola especie y presentan muy pocas poblaciones e individuos. En la imagen una  Castrilanthemum.EFE/Elena Sánchez
Los géneros a los que pertenecen estas plantas están catalogados "en peligro crítico", categoría que antecede a "planta extinta", y además constan de una sola especie y presentan muy pocas poblaciones e individuos. 
Su pérdida no genera "alarma social" pero a nivel científico tendría la misma relevancia que si desapareciera un lince ibérico, explica a EFEverde la botánica e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC) Inés Álvarez. 
A pesar de su importancia, el mundo vegetal no tiene el mismo impacto en la apreciación de la biodiversidad por parte de la sociedad que el mundo animal y, además, estas plantas carecen de utilidad económica y social, destaca la investigadora. 
"Su desaparición implicaría la pérdida de riqueza genética a nivel global del planeta". 
Álvarez participa en el "Proyecto Cero" de la Fundación General del CSIC que se desarrolla en el Real Jardín Botánico de Madrid para estudiar estas cinco plantas emblemáticas de la conservación vegetal en España. 
La investigadora matiza que estas plantas no tienen asignado nombre vulgar sino que se las conoce por su nombre en latín: Avellara fistulosa, Castrilanthemum debeauxii, Gyrocaryum oppositifolium, Naufraga balearica y Pseudomisopates rivas-martinezii. 
Algunos riesgos que influyen en el declive de estas especies pueden ser de naturaleza intrínseca como problemas en su reproducción o en la germinación, destaca la científica, pero también hay que tener en cuenta los nuevos escenarios asociados al cambio climático en los que sobreviven. 
"Hace 100 o 150 años las condiciones climáticas de los lugares donde habitaban estas especies eran diferentes, lo que en algunos casos podría acelerar la vulnerabilidad de las mismas". 
Otro problema añadido son los lugares donde habitan ya que son espacios únicos, escasos, de un área muy pequeña y a veces poco protegidos, en los que cualquier perturbación podría extinguirlas, destaca Álvarez. 
Es el caso de la Avellara, planta que crece en marismas y humedales del Parque de Doñana (Sevilla), donde es necesario la existencia de aguas limpias y condiciones medioambientales especiales para su desarrollo ya que la destrucción de su hábitat natural podría jugar un papel importante en la reducción del número de poblaciones. 
Castrilanthemum se ha encontrado en las sierras contiguas de Castril (Jaén), Guillimona (Granada) y Cabrilla (Jaén), pero sólo la población nacida en la zona granadina se ha mantenido varios años seguidos durante esta década. 
En esta especie de carácter anual se ha observado un alto porcentaje de depredación de semillas -entorno al 55 %- por larvas de díptero, que reduce considerablemente la germinación. 
La Gyrocaryum es una planta "esquiva y de aparición caprichosa" -detalla la experta en botánica- y aunque una de sus amenazas es la desprotección de los lugares donde habita, podría tener un problema intrínseco añadido: las flores son poco atractivas a los insectos que las polinizan y estos prefieren otras más llamativas. 
En el caso de la Naufraga, los estudios sobre ella están muy avanzados y de momento se encuentra dentro de un programa de reintroducción llevado a cabo en las Islas Baleares, el problema es que sólo crece en taludes umbríos del norte de Mallorca. 
Por último, la Pseudomisopates es una planta poco llamativa de la sierra de Gredos (Ávila), que crece en lugares de pastoreo al abrigo del matorral de montaña. 
Una de las limitaciones, manifiesta la botánica, es su baja tasa de germinación debido a la necesidad de cenizas (fuego) que necesita para su propagación. EFE

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