martes, 18 de septiembre de 2012


Peritos niegan más focos en el incendio de las provincias de Cáceres y Toledo


Cáceres, 18 sep (EFE).- Los peritos han desmontado hoy la teoría de la defensa del acusado de provocar un incendio en el 2006 en la provincias de Cáceres y Toledo, al afirmar que "no hubo más focos" que el declarado por el imputado.
En el segundo día del juicio del Tribunal del Jurado, que se está desarrollando en la Audiencia de Cáceres, han declarado ocho peritos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, la Junta de Extremadura y servicios de extinción de incendios de Castilla-La Mancha.

El juicio se sigue por el incendio ocurrido en el 2006 en el término municipal de Carrascalejo (Cáceres) y que obligó a desalojar a los 300 habitantes del Puerto de San Vicente (Toledo).

El único acusado, A.D.M, que ya declaró la culpabilidad de "un foco" ayer, se enfrenta a la petición del fiscal de 14 años de prisión.

Tras haber escuchado ayer la declaración de nueve guardias civiles de las dos provincias, quienes coincidieron en negar la "existencia de más focos", como afirma la defensa, hoy ha sido el turno de los peritos.

En las declaraciones de los peritos también ha habido unanimidad al declarar que "solo ha quedado probado un punto de inicio", y que por tanto, se descarta la teoría del acusado de que "otras personas pudieron prender más fuegos".

Esta teoría de la defensa se sustenta en que el acusado ha declarado "rencillas" por parte de algunos vecinos por una disputa entre cotos de caza y que "al ver que ardía el de los contrarios los otros prendieron el suyo".

Asimismo, la defensa intenta demostrar que "no hubo peligro para las personas" y que el incendio no fue de "gran magnitud" y no provocó "un desastre ecológico".

Los peritos también han desmontado estas teorías con sus informes, declarando el director de Extinción de Incendios de Castilla-La Mancha, que participó en ese operativo, que se trató de un fuego "monstruoso".

El mismo técnico ha declarado que las llamas alcanzaron los 20 metros de altura y que por lo tanto la extinción se tuvo que realizar desde el aire, y que el viento era "muy fuerte".

Debido a este viento, ha explicado, se decidió evacuar a la población porque las llamas "avanzaban de manera directa hacia el pueblo" y si "no llegó fue porque poco antes paró el viento".

De probar la teoría de la defensa, la pena por incendio intencionado iría de 1 a 5 años, sin embargo por el agravante de peligro para las personas la pena puede ser de entre 10 y 20 años.

Esta tarde continua el juicio con la presentación de las conclusiones de los informes y la redacción del objeto del veredicto. EFE

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