lunes, 21 de enero de 2013


Cientos de especies afectadas por una carretera ente Nicaragua y Costa Rica


Managua, 21 ene (EFEverde).- Un estudio realizado por expertos científicos en el fronterizo río San Juan concluyó que la construcción de una carretera costarricense junto al caudal afectó al menos a 600 especies de animales.


"Entre los impactos sobre la biodiversidad se destacan daños directos sobre la zona del corredor binacional por 44 especies en su movilidad terrestre y acuática, 600 por impacto en su hábitat y 150 en su condición de irreemplazables", señala el informe al que tuvo hoy acceso Efe.
Expertos del Centro de Investigación para los Recursos Acuáticos de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (CIRA-UNAN), el Centro Humboldt y la Fundación del Río trabajaron por más de un año en la realización del estudio.
"Al menos 100 kilómetros lineales de la carretera fueron construidos en estas zonas de alta fragilidad y sensibilidad ecológica", advierte el informe, titulado "Valoración de impactos ambientales causados por la construcción de la ruta 1856-Juan Rafael Mora Porras, en la parte baja de la cuenca del río San Juan".
La carretera, considerada como "el proyecto estrella" de la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, tiene a Nicaragua y Costa Rica en un litigio ante la Corte Internacional de Justicia.

La margen sur del río San Juan
Esta vía fue construida junto a la margen sur del río San Juan, línea natural que define parte de la frontera entre ambos países.
Nicaragua alega que los sedimentos arrojados desde Costa Rica contaminan el río, atentan contra su biodiversidad, ponen en riesgo la vida de las poblaciones cercanas y viola leyes internacionales de protección ambiental.
El estudio indica que "las alteraciones provocadas (por la carretera), son significativas y ponen en peligro la conectividad biológica del istmo (centroamericano)".
En un mínimo de 100 kilómetros lineales, la vía afectó "35 hectáreas de bosque y 300 hectáreas de suelo, más 39 puntos críticos", detalla el informe de los expertos.
Los puntos críticos son sitios que ya eran propensos a inundaciones y deslizamientos de tierra antes de la construcción.
Para obtener resultados comprobables, los investigadores se basaron en la metodología del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (Cepredenac), para la evaluación y análisis de vulnerabilidad de obras de inversión pública.

Alto riesgo para las personas
Los científicos descubrieron que la carretera está en niveles de "alto riesgo", es decir, que puede afectar negativamente la calidad de vida de las personas. En sitios así el Cepredenac recomienda "no construir".
El informe destaca que la construcción "cambió el uso de suelo, afectó la calidad del agua y puso en riesgo a la población".
El estudio realizado a lo largo de 2012 determinó que hay lugares en el río San Juan de Nicaragua en que el oxígeno disminuyó hasta en un 40 %, gracias a la saturación de sedimentos causados por la carretera.
Dichos sedimentos, según el informe, contienen "altos niveles de aluminio y manganeso... la calidad del agua (es) pobre y (hay) contaminación orgánica severa".
El estudio se apoyó en la legislación de ambos países, así como la internacional, para señalar que dicha carretera no debió haberse construido en medio de una Reserva de Biosfera (sureste de Nicaragua) y un sitio Ramsar (noreste de Costa Rica).
Tras un juicio de dos organizaciones ambientalistas nicaragüenses contra el Gobierno de Costa Rica, por la construcción de la vía, la Corte Centroamericana de Justicia ordenó suspender el proyecto en agosto de 2012.
Chinchilla anunció que no obedecería su mandato.
Con aguas que se desplazan a un ritmo de 500 metros cúbicos por segundo, el río San Juan de Nicaragua es considerado el más caudaloso de Centroamérica. EFEverde

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