Fiscalía brasileña pide detener una mina por daños a los indígenas
La mina es operada por la empresa Onça Puma, filial de Vale, la mayor empresa privada de Brasil, y está ubicada en la localidad amazónica de Ourilandia do Norte, en el estado de Pará, cerca de las tierras de los indios xikrines y kayapós.
El fiscal André Casagrande Raupp afirmó en un comunicado que Vale estaba obligada a tomar varias medidas "para garantizar la supervivencia física y cultural" de los dos pueblos indígenas, según el contrato de concesión de la mina, firmado hace dos años, pero no cumplió ninguna.
Además de pedir la paralización de las actividades, la Fiscalía solicitó una indemnización de un millón de reales (medio millón de dólares) por mes, desde el inicio de las obras en 2008, para cada uno de los pueblos indígenas.
Riesgo de contaminación del río Cateté
Existe el riesgo de que la mina contamine el río Cateté, en cuya ribera vive el pueblo Xikrin, el aire de la zona y además cause polución sonora, según estudios realizados por Vale citados por la Fiscalía.
Los estudios también indican el peligro de que la mina aumente los flujos migratorios a la región, lo que podría derivar en un aumento de la deforestación y de la invasión de las tierras indígenas por parte de madereros.
El pueblo Xikrin tiene cerca de 1.300 individuos, mientras que la tierra Kayapó está compuesta por cuatro aldeas que suman cerca de 4.500 personas, según datos oficiales citados por la denuncia.
La mina de níquel de Onça Puma es una de las mayores del mundo de ese tipo y cuenta con una central de procesado del mineral, según informaciones de la compañía. EFEverde
No hay comentarios:
Publicar un comentario